¿Te has dado cuenta que algunos de nuestros aceites esenciales salen con más facilidad que otros?
Esto es debido a una de las características de los aceites esenciales que se llama viscosidad.
La viscosidad es la resistencia de algunos líquidos a su deformación durante su fluidez. Es decir, que es una propiedad que los hace más difíciles de sacar del frasco porque son más pegajosos y tienen mucha resistencia a fluir.
Algunos ejemplos de aceites viscosos son el vetiver, la mirra, el sándalo y el yarrow pom.
Y los cítricos son el claro ejemplo de aceites de poca viscosidad ya que las gotas fluyen con rapidez.
Para regular este flujo a la hora de querer sacar las gotas de nuestros frascos te traemos un gran tip.
A la hora que destapamos nuestro frasco de aceite, encontramos el tapón invertido que es el que frena el flujo de las gotas. Si nos fijamos detenidamente, encontramos un pequeño orificio diferente al central por donde salen las gotas. Si queremos que el aceite esencial con mayor viscosidad salga más rápido, giramos el frasco para que este quede hacia abajo y si estamos sacando un aceite con menor viscosidad como el limón o el incienso, giramos el frasco para que el orificio quede hacia arriba.